El parque edificatorio vasco está envejecido. Fue construido hace más de 40 años, cuando no estaba vigente ninguna normativa con criterios mínimos de eficiencia energética. Por ello ahora la mayoría de sus edificios cuentan con certificados energéticos desfavorables, gastos energéticos elevados y condiciones de disconfort en las viviendas. A todo esto, hay que sumar el reto que plantea la Hoja de Ruta 2050 de la Unión Europea, con objetivos como alcanzar la descarbonización del entorno construido y optimizar el rendimiento energético del parque edificado de la eurozona, que sitúan a Euskadi en un punto desfavorable con mucho recorrido por hacer.
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